Tengo una amiga que está enamorada como una tonta del chico "encantador" con el que sale, déjame que te cuente que les ocurrió a mis amigos.

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Todo empezó sin darse apenas cuenta, si de lo que hacian, pues querian quererse, poseerse, mimarse...pero sin darse cuenta de que este juego inicial les llevaría a el amarre físico y mental que proporciona el amor cuando pasado el tiempo inicial se convierte en una necesidad de compartir.

Y así sucedió, compartieron sus risas, su tiempo, la cama, las tristezas... y crearon un viculo especial alimentado por todos sus horas juntos.

Y crearon su mundo, el de ellos dos, el único mundo existente para ellos, en el que apenas habia apariones de otros mundos paralelos que se acercaban de visita a su casa de vez en cuando, trayendo relatos de sus vidas en esos mundos que nada les importaban o eso creian, pues su mundo era muy calentito y acogedor, y se negaban a moverse de él.

Así se fueron adentrando en el universo de caricias y mimos que habian creado, alejándose totalmente de el mundo exterior, y agudizando el sentido de autodefensa hacia todo amenaza de aquel mundo que tanto tiempo hacia que no pisaban. Entonces, llegó un momento que cualquier cosa podía dañar la estabilidad individual y de la pareja, cualquier encuentro, charla, visión, o reacción que se infiltraba del mundo mundial, hacia temblar las paredes del castillo impenetrable que se habian creado.

La necesidad se convirtió en obsesión, el compartir en posesión, y ella comenzó a oprimirle, a robarle el aire, el tiempo, el humor, las ganas...la vida, su vida.

El aire a menudo se hacia turbio y pesado, el tiempo monótono, los movimientos temerosos, y todo por la inseguridad que ella llegó a sentir.

Asi una historia salpicada de dulce azúccar desde su comienzo, empezaba a saber amarga y pastosa.

Después de haber caminado por la cuerda, apenas con equilibrio, en varias ocasiones, y haber visto la caida muy de cerca, ella reaccionó.

Que demonios estaba haciendo ¿acaso quería perderle? ¿no era ese su mayor temor? y según estaba actuando lo único que conseguiría sería eso, y por meritos propios.

Decidió poner fin a aquella injusticia, ponerle ganas e intentar comportarse dignamente. Poco a poco, con esfuerzo, mucho esfuerzo, y pequeñas recaidas controladas, consiguió hacer reaparecer parte de aquel pasado edulcorado que tanto añoraba, soltando la soga que ataba el cuello de su amado devolviéndole su aire.

A día de hoy siguen juntos, compartiendo, viviendo, soñando...

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Si quieres a alguien deja que sea él, dale su espacio, comparte el vuestro y empezarás a disfrutar de verdad de ese amor, ambos lo hareis.

Con cariño, para mi amiga, mi alma gemela, que sigue intentando controlar su compulsividad y llevar su historia hasta el final