jueves, 15 de marzo de 2007

QUE NO SOY UNA NIÑA, QUE SOY UN NIÑO QUE TENGO COJONES



Este niño tan guapo que veis aquí es mi ahijado, se llama Neil. Y como veo que la niña de Dani, la preciosa Gabriela, se está poniendo tan linda, he decidido hacer la presentación en sociedad de mi pequeño a ver si emparentamos, jejeje.

Así que os voy a contar la pequeña historia de su vida y de la mía (que tener un ahijado cuesta una pasta), jejeje.

Todo empezó antes de que él naciera, mi primo y yo tendríamos unos 11 años y un día nos hicimos la promesa de que cuando fueramos mayores y tuvieramos hijos, de nuestro primer descenciente seriamos el padrino o la madrina. De eso hace ya un rato, pero como siempre hemos sido como uña y carne y aún hoy seguimos queriéndonos como antes, llegó un día que me llama mi primo y me dice: " Mafalda, que vas a ser madrina", tomá!!! promesa cumplida.

Joer me quedé blanca, yo ni siquiera me acordaba de aquello o al menos eso creía, pero la cosa es que desde ese momento me convertía en la madre de banquillo, esa que es la que más babea después de su madre biológica.

Y así nació Neil, lloramos todos como tontos y le sacamos parecidos absurdos a todos nosotros mientras el pequeño mamaba ajeno a nuestra locura.

Primero era un gordito muy salado, con rosquillitas de carne en los brazos y en las piernas y a mi solo me apetecía que morderle todo el rato, así que cuando madrina venia a verle, el pequeño siempre acababa llorando mosqueado porque una pesada no dejaba de babarle entero, pero es que estaba tan blandito.

Fue creciendo y debido a que siempre a estado rodeado de gente joven o de adultos infantiles mejor dicho, el enano empezó a desarrollar ciertas aptitudes poco corrientes, como por ejemplo con dos años cuando estabamos jugando a palmearnos las manos, el cabrito me vacilaba, CON DOS AÑOS, cuando yo le iba a chocar la palma él me la quitaba y se reía el desgraciado como un poseso con sus dientes de pescadilla.

Y siguió creciendo y llegó la etapa de "Madrina, ¿por qué?, uff, horrible, todo el día entero preguntando porque, porque, porque.

-Madrina, que es eso?

-Un burro.

_¿por qué?

-Pues porque es un animal que se llama burro y es un burro.

-Y ¿por qué?

Y así podía preguntarte unas cuatro mil veces al día y sin llevarse un mal rato. Era agotador, pero gracias a Dios ahora ya está buscando él sus propias respuestas.

Como siempre estaba rodeado de amigotes de mi primo, todo el día estaban enseñando al niño payasadas que el repetía como un mono y todo lo que oía como un lorito. Seguía creciendo y no le habian cortado el pelo desde que nació asi que tenia una melena larga y de guapo que era parecía una niña. Así que todo el mundo creía que era una niñita y entonces llego el listo que le dijo lo que tenia que decir cuando le llamaran niña y llego la etapa de "que no soy una niña, que soy un niño que tengo cojones", eso si que fue terrible, porque estabas con el en el super y llegaba una viejecita y te decía

-Pero que niña tan mona.

A lo que el enano respondía con su frase de cortesía seguida de un gesto de agarrarse el pitin y se me quedaba una cara de imbécil que no sabia que hacer, en fin, pero esa etapa también a concluido.

Ahora tiene 4 años y ya le han cortado el pelo, se lo han puesto de punta y tiene una cara de pillo que es increible, ya no parece él, pero es que crece tan deprisa que si pudiera le dejaria chiquitin para siempre y asi poder seguir mordiéndole, jejeje.

El niño no es que sea malo, es satanás en miniatura, jajaja (no es para tanto), pero es que es normal con el padre que tiene. Estas navidades al enano solo se le ocurre que pedir un quad y al descerebrado de su padre comprarselo, asi que imaginaros a este ser minúsculo montado en la moto a una zapatilla infernal por los barrizales pasando en grande. Su padre tan cojonudo riéndose, el pasándolo pipa y la madrina a pie de pista sufriendo como madre de torero (siempre he sido un poco abuela para estas cosas).

En fin que este es Neil, un pequeño demonio que tiene más escuela que yo que sé, porque después llega el condenado y me espeta un beso con abrazo mientras me dice "madrina, te quiero mucho" y claro, que le puedo negar después, si es que se las sabe todas el villano.

Esa es otra, es un envaucador cojonudo el tio, vas con el por la calle y de pronto te para porque tiene que ir a saludar a dos amigas de su madre que acaba de ver y resulta que te giras y te encuentras dos rubias macizas y flipas cuando el don juan de medio metro va hacia ellas, las saluda, las besa y aprovecha para meter un poco de mano si se dejan. Es un chicho terremoto, todo el dia detrás de las bragas.

Ya tenia yo ganas de hacer este post, para contaros todas las bobadas que dice y que tanto me hacen reír y así dar un poco de tregua a mis amigos los tangibles que están hartos de que esté todo el día babeando con el niño. Y ya le conocéis. ¿a que es guapisisssimmmoo?, se parece a su madrina, jejejeje.

Bueno Dani, piensatelo es un candidato de buena familia, guapo y cariñoso, tiene moto,juasjuas que más se puede ofrecer. Habla con Gabri, jejeje.


viernes, 9 de marzo de 2007

NO SE CAMBIA AUNQUE EL MUNDO NO PARE DE GIRAR




Debido a esta etapa nostálgica y agobiante en la que me he visto envuelta (ya superada, por cierto) me he visto obligada a revolver en mi pasado, a intentar buscar la justificación de mi propia alma en algún punto de mi pasado. Y viendo fotos de toda mi vida, para encontrar inmortalizado el momento en el que me convertí en lo que ahora soy, me he topado con que desde muy pequeñita he abusado de esta dualidad de sentir. He encontrado un montón de fotos que reflejan fielmente mi carácter y mi conducta actual. Un torbellino de alegría, un culo inquieto como decía mi madre, una sonrisa permanente, una sinvergüenza, todo el día rajando sin parar hasta volver locos a todos los que estaban a mi alrededor, así era y así soy...Pero, he tenido que compartir este estado, desde siempre, con mi otro yo, ese que mira al horizonte pensativo, que prefiere el negro al blanco, que camina al borde del precipicio, y que desgraciadamente a veces se deja caer.
Un tío mio, me comentaba el otro día que cualquiera que entrara a mi blog pensaría que estoy al borde del suicidio por culpa de mi último post y me lo decía sonriendo ojiplático, porque estaba ante la Mafalda imparable y abrumadora, sonreía y no lo podía creer.
Le comenté que estaba apunto de engendrar este post, para que todos entendieran que aunque a veces creo morir en la jodida carrera para vivir la vida es sólo un estado pasajero, algo con lo que tengo que batallar desde niña. Posiblemente sea algo que en cierta manera nos ocurre a todos, siempre se tienen días buenos y días malos, pero lo que a mi me aborda cuando siento que todo se derrumba me deja en un estado de completo letargo y camino zombie por la vida, nada me importa, pierdo el rumbo y camino sin él, me escondo bajo las sabanas y paso días enteros dentro de la cama, en fin, me borro, me anulo, me desintegro.
Así llevo haciendo desde niña y cada vez que consigo volver a resurgir de mis propias cenizas me intento convencer de que esa fue la última vez que me dejaría así, que la siguiente vez que notara que las cosas no iban bien sería fuerte y capearía el temporal manteniendo la cordura...Y claro está, no lo he conseguido. Sigo siendo como era, soy como soy y seré siempre la misma, porque hay cosas que nunca cambian, aunque el mundo no pare de girar...



Pd.- Hay os dejo unas fotos de Mafalda, para que me dibujeis en vuestras mente e imagineis como soy ahora... "igual", jejeje.

sábado, 3 de marzo de 2007

WITH OUT


Todo mi mundo se está derrumbando ante mis ojos. Todo, absolutamente todo se está cayendo y yo no puedo hacer nada por intentar sostenerlo, no puedo o no quiero, no lo se, la cosa es que me siento inmóvil a mirar mi vida y la veo en el suelo dibujada con fichas de domino y veo como la primera cae y arrastra a las demás y sigo quieta, esperando que la ultima toque el suelo también.
No estoy pasando la mejor época de mi vida, quizás tampoco sea la peor, pero a mi me lo parece.
Estoy perdida, me imagino vagabundeando por un desierto y no veo nada en ninguna dirección, he perdido el rumbo y soy incapaz de encontrarlo.
Es increíble, hace tan poco era feliz, y ahora no veo más que nubes negras en el cielo.
Me siento como un recién nacido, desprotegida, sola, sin saber nada de mi futuro, sin tener pasado, y pequeña...muy pequeña.
Y quizás no esté sola, pero es curioso como cuando nos ponemos así no somos capaces de ver mas allá de nuestra propia tristeza, y me acompaño de música que me demuestra que uno se puede sentir así de hundido, porque alguien la hizo para eso, para acompañar los dolores del alma.
He perdido mi trabajo por revindicar mi derecho a ser persona, he perdido el rumbo de mi vida por no haber sido nunca buen capitán y derjarme llevar por la corriente del agua de mala vida, mi hipoteca se aparece espectral cada noche robandome el sueño que pudiera tener, me encuentro en el pasillo con mi novio y fingimos que somos compañeros de piso, me olvido que tengo amigos que me quieren y me escondo bajo la mantina de television a maldecir mi mala suerte, sabiendo que solo yo puedo salir de esta mierda, pero...he sido siempre tan cobarde...tan miserablemente cobarde, que en vez de ponerme en movimiento, coger una brújula y buscar de nuevo mi camino, me doy por perdida y espero sentada la muerte.
Y pensar que yo a veces, solo a veces, soy la alegría de la huerta, que me encanta sonreír y sonrío, que los abrazos son mi debilidad y la compañía mi estado predilecto. Y ahora me siento sola y cuanto más sola me siento mas quiero estar, más pena me doy y mas disfruto de ella.
Pero como tengo todo esta pelota metida en la garganta, ahogandome tenia que sacarla, y he pensado que también podía ser valido contarlo aquí, es el mismo desahogo pero sin escuchar las reprimendas del interlocutor que te dice "espabila chavala".
No estoy en mi mejor momento, es cierto, me lo repito una y otra vez, lo tengo muy claro, pero sigo inmóvil, quieta, en silencio, mirando fijamente la bombilla de la habitación, esperando quizás que la luz me ilumine, o que me deje cegada para no ver nada.
Y todo mi mundo de margaritas se a convertido en una tierra árida y sin color, incluso visitar y comentar a mis amigos se ha hecho imposible, porque llego a vuestras casas y os leo y cuando voy a comentar me doy cuenta que no tengo nada que decir, YO, joder que tengo una verborrea incontenible y de pronto me he quedado muda.
En fin, que porque os cuento esto, no lo se, quizás me este volviendo más loca de lo que pienso.